ARTÍCULO: CON LOS OJOS DEL CORAZÓN.
CON OJOS DEL CORAZÓN
1. INTRODUCCIÓN
La soledad social es un concepto que pocas personas usan y que se repite desde las primeras edades. Viene a definir situaciones que convertimos en cotidianas y que están poniendo de manifiesto la necesidad de una reeducación del sistema y la obligatoriedad de dotar de emociones todo aquello que esté relacionado con el ámbito educativo desde la base.
Entendemos que la labor de mediación es responsabilidad de los mayores, atribuyendo ciertos roles a un sector de la población escolar, cuyo único criterio es la edad y la premisa de la intención de nuestros actos; criterio arbitrario y vacío, teniendo en cuenta que los casos más graves de acoso o aislamiento se dan en situaciones donde no ha habido ninguna experiencia relacionada con la prevención, la emoción y el respeto entre iguales.
Algo tan sencillo como es mirar con libertad, se convierte en un reto para muchos niños y niñas que surcan los patios fríos y gigantes de nuestras escuelas. Algo tan natural como pasar el tiempo jugando, viene a ser una odisea para los que encuentran en este momento un punto de soledad, de miedo y de conflicto. En este sentido, debiéramos hablar de “soledad social” (concepto que pocas personas usan y que se repite desde las primeras edades).
2. ¿En qué consisten nuestras actuaciones?
Basándome en un proyecto muy interesante que descubrí en un encuentro entre docentes amantes del cambio, llamado “OJOS DE ÁGUILA, CORAZÓN DE ELEFANTE”, cuya responsable y creadora es Pilar Pérez Parejo; decidí emprenderme con los niños y niñas de mi clase en esta aventura vital y adaptarlo a la Educación Infantil . Estoy firmemente convencida de que es precisamente en esta etapa donde deben asentarse las bases de la equidad, la tolerancia y el respeto a la diversidad. Es tan importante aprender a no juzgar, a valorar, a abrirse a la comunicación, a sentirse escuchado/a, valorado/a y atendido/a. Es básico desarrollar el compromiso con la otra persona, manteniendo la calma, la mirada limpia, incluyéndolo/a, haciéndolo/a partícipe, invadiéndolo todo de sensibilidad y afectividad.
¡Qué importante es concienciar a los más pequeños de la necesidad de saber ponerse en el lugar del otro/a!
Todos/as debemos saber empatizar e interactuar, cuando vemos que algún compañero está solo. De la misma forma, como docentes, hemos de ayudar a los niños y niñas de 3 años que perciben que el patio es un lugar demasiado grande y los hace sentir más pequeños si cabe.
Cuando sienten que son necesarios/as en algo tan básico como acompañar a alguien en la soledad del patio o preocuparse de que no haya conflictos, saber mediar, buscar soluciones sencillas y directas, así como intervenir desde el respeto y desde esa autoridad moral que sienten como los niños/as grandes que se son , hacen evidente la puesta en práctica de este Proyecto; un Proyecto que pone en los ojos de los más pequeños la prevención ante el riesgo del acoso escolar y el aislamiento social.
¿Qué buscamos ?
Perseguimos que ningún niño/a esté solo en el patio. Tratamos de trabajar la conciencia de grupo, la cohesión y las interacciones sociales e invitar a los compañeros /as a jugar, a dar un paseo, a que expresen qué necesitan o simplemente a dar la mano porque alguno de los más pequeños/as se siente solo/a, perdido/a, desorientado/a…
“Con ojos del corazón” tiene como fin aprender a convivir felices, a saber que si gestionamos partiendo del respeto y de la palabra, estamos resolviendo conflictos desde el cariño y la empatía. Estamos usando las emociones como recurso para una convivencia natural, equilibrada y vital.
Es en esa edad, cuando nuestros destinatarios distinguen de manera espontánea que pelear es un recurso negativo, así como que no nos llevará a solucionar nada. Comprenden qué es el abrazo, el quererse y el hacer sentir que estamos cerca; que se trata de ayudar a que otros niños/as tengan seguridad en un entorno que a veces es distante, ruidoso o demasiado grande.
La interacción entre iguales es necesaria y aunque los adultos nos empeñamos en destacar el juego paralelo, el egoísmo como medio o la individualización del niño/a frente al uso del juguete o en relación a la explotación egocéntrica de sus intereses; si los hacemos conscientes y protagonistas de sus emociones, es muy fácil que estas interacciones sean de calidad.
¿Qué pretendemos?
Escucharles, dejarles que expresen y proyecten cómo actuarían ante un determinado conflicto o qué harían para ayudar a un niño/a en apuros…pone en evidencia un potencial natural que el adulto se empeña en reeducar y reconducir. Son ellos/as en esencia, capaces de solventar situaciones que nosotros como personas mayores, gestionamos de una manera totalmente contraria a la manera en que lo hacen los niños/as, desvirtuando el verdadero objetivo de la resolución en sí.
Damos voz a la infancia y se descubren talentos infinitos y enfoques que reorganizan cualquier realidad vivida.
Al plantear en qué consistía el Proyecto, iniciamos un debate donde me hablaban desde la más absoluta sinceridad y me decían de una manera clara y concisa qué sentían cuando alguien los agredía o qué es para ellos/as una agresión, qué les da miedo o qué les puede llegar a angustiar.
- -Seño yo si veo a alguien que está pegando, le digo STOP. Hay que hablar.
- El miedo está muchas veces en el corazón verdad seño porque al final no pasa nada.
- Yo sí quiero ayudar porque muchos días veo a los niños de 3 años solitos y no juegan.
- Yo muchas veces les doy la mano y se ríen.
- Seño los mayores de primero nos quitan la pelota y nos dicen que ellos manda porque son más mayores y nos quedamos sin jugar.
- A mí antes el recreo no me gustaba.
En estos testimonios, se evidencian situaciones que desgraciadamente están normalizadas en los patios de los colegios e implican una carga emocional y un miedo a la expresión de lo que nos pasa, que dará lugar a cicatrices futuras.
A raíz de este debate y tras detectar que sería una experiencia positiva y eficaz, diseñamos unas gorras que serán el símbolo distintivo de nuestra misión.
¿Por qué hablamos de misión?
Hablamos de misión porque este Proyecto se va a materializar en la misión de rescatar de la soledad y en la misión de hacer felices a nuestros compañeros/as en el tiempo dedicado al recreo, ese tramo lectivo que se convierte en muchos casos en un tiempo de crisis, de sufrimiento y de ausencia y aislamiento.
¿Cómo lo hacemos posible?
Asociar cualidades físicas a emociones nos demuestra que nos movemos por sensaciones, sentimientos y por la manera en que percibimos lo que nos rodea.
Así, necesitaremos 2 gorras blancas caracterizadas, una de Búho y la otra de Águila.
Planteémonos una cuestión: ¿Por qué?
Los búhos y las águilas nos miran con los ojos del corazón y nos ayudan a divisar desde las alturas qué está pasando (águila) y desde la amplitud de los ojos que nunca descansan , que nunca se cierran ( búho) y son el referente de tranquilidad, acompañamiento y de seguridad.
Cada día el/la capitán/a de la clase junto a un compañero/a elegido por todos/as en asamblea, tienen el recreo como tramo horario para el cumplimiento de la misión. Se encargan de observar qué está pasando en el patio, de observar qué problemas pueden tener los más pequeños, qué niños/as están solos/as y por qué no juegan, cómo les podemos ayudar o cómo podemos acompañarles.
La interacción entre ellos/as, el uso de la expresión oral y corporal , la realización de círculos de paz para ponerse en frente y aclarar, resolver y subsanar, así como los abrazos vitales, hacen que adquieran estrategias y destrezas para la vida y para la resolución de conflictos cotidianos que a veces se convierten en verdaderos problemas de supervivencia cuando no tenemos la posibilidad de conocerlo, expresarlo y resolverlo.
Las 2 gorras se convirtieron en 5, dada la demanda de participación e implicación de mis alumnos/as. Seleccionamos en asamblea a 3 animales más que tomaban especial significado para ellos/as y que explicaban así:
-Seño un elefante es grande y yo veo que siempre le siguen. Es fuerte y protege.
-Pues a mí me gusta más una jirafa que tiene un cuello muy muy largo y lo puede ver todo porque es la más alta del mundo.
Y de repente alguien de la clase dijo:
-Pues a mí me encantan las ranas. Tienen sus ojos muy redondos y lo pueden ver todooooo.
Pasados unos días se produjo la presentación en clase de los nuevos personajes, acompañados de una hoja de control, que se debía cumplimentar diariamente, con el fin de analizar qué estábamos consiguiendo, cómo estábamos ayudando y cómo nos sentíamos.
Resulta maravilloso ver a 5 amigos/as con ojos del corazón que proceden a ayudar, a transmitir calma y a resolver situaciones difíciles, en un espacio que en la mayoría de los casos es un lugar duro para el alumnado más vulnerable y que se convierte en un tiempo de soledad, ausencia y distanciamiento social. El recreo para muchos alumnos/as es el viaje diario al horror.
Con estas actuaciones, se produce un aumento de calidad en las intervenciones, en el tipo de mediación, en las interacciones y en la resolución efectiva y positiva de lo que va aconteciendo.
Poco a poco, van entendiendo que gracias a ellos/as el número de niños/as que estaban solos/as disminuye. Sin duda alguna, los conflictos y las agresiones decrecen de manera considerable y efectiva, siendo menos frecuentes los actos en los que los mayores quieren imperar y dominar. Como consecuencia de todo ello, aumenta la PAZ en el recreo, el bienestar y la tranquilidad para sus usuarios.
Está afirmación de mejora es fruto del análisis de los datos extraídos de la plantilla de control y de los debates diarios a la vuelta del recreo. Exponen cómo ha ido, qué han hecho, cómo han resuelto los conflictos…y se originan propuestas nuevas, maneras distintas de enfocar, formas de intervención…que concluyen con un incremento en la calidad del ambiente y de las relaciones entre iguales.
-Seño es que ya no hay niños pequeños llorando
.-Sólo he tenido que llevar a l baño a una niña pequeña. Ya van solitos seño.
-Yo creo que ya pronto no nos vamos a tener que poner la gorra seño. Se portan genial.
Este tipo de reflexiones espontáneas y sinceras explicitan gráficamente que cuando dejamos que sean los niños y niñas los responsables y artífices de sus historias, todo es posible.
Son capaces de solventar situaciones difíciles si les dotamos de los medios y de las experiencias adecuadas, trabajando en los contextos adecuados. Podemos educar en el respeto, en la empatía y en la igualdad desde las primeras edades.
A veces hacer sentir especiales a los más vulnerables les dota de superpoderes, les hace enfrentar con coraje y valentía situaciones que hasta el momento solucionaban los adultos.
Cuando un niño/a siente que gracias a su potencial, a su poder de ayudar, de empatizar, de saber gestionar y que gracias a su valía en la resolución positiva de conflictos , la vida es un poco mejor para otros niños/as, estamos dotando de manera natural y sin intención de herramientas de supervivencia social.
ANA MARÍA GONZÁLEZ HERRERA.
MAESTRA DE EDUCACIÓN INFATIL.
CEIP: MAESTRO EDUARDO LOBILLO.
ROTA.
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Bibliografía:
Pérez Parejo, P.(2018), Haciendo manada protectora. Ojos de águila, corazón de elefante (incluido en la obra “Inclusión y mejora educativa”, publicada por la Universidad de Alcalá), página 433*.
Torrego, J.C.(Coord.) (2012), La ayuda entre iguales para mejorar la convivencia escolar.Manual para la formación de alumnos ayudantes, Madrid, Narcea.
• *NOTA: Véase https: //www.educa2.madrid.org/web/revistadedebates/buenas-practicas//visor/haciendo-manada-protectora2
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